Por Juan Jesús Tato.
Cada vez que recuerdo a ese Borbón, elegido por el dictador Francisco Franco, mandando callar a un Jefe de Estado y dejando con la palabra en la boca a otro, siento vergüenza…
Por cierto, el Jefe de Estado que fue mandado callar, a diferencia del Rey de España, fue elegido por el pueblo. Y lo que más vergüenza me da es que ese gesto chulesco del Rey haya sido reforzado positivamente en nuestro paÃs (“¡Asà se hace Majestad, bien hecho!â€). Lo peor de todo es que una vez más ha quedado encubierto el saqueo que empresas españolas con el apoyo del gobierno de España están llevando a cabo en América del Sur. En aquella Cumbre y detrás de aquel gesto chulesco de Juan Carlos Borbón, habÃa rabia, injusticia, sufrimiento, dolor y crimen. Y Zapatero lo sabe y asume el papel que le ha tocado. En este caso, el de obedecer y asumir el saqueo que empresas españolas realizan en aquellas latitudes. Por lo tanto, menos chulerÃa, menos diplomacia, menos defender a “uno de los nuestros†(Aznar) y más voluntad polÃtica para educar e informar al pueblo de España para que lleguemos, algún dÃa, a ser un verdadero paÃs Democrático. Lo ocurrido en la Cumbre ha reforzado mi patriotismo: desde hoy me considero más compatriota de los trabajadores de América del Sur que de los consejeros españoles de Repsol.